lunes, 1 de junio de 2009

LA HISTORIA DEL LEON Y LA LEONA


Cuentan que una pareja de leones huyeron del zoológico. En la huída cada
uno partió con un rumbo diferente.
El león se adentró en la selva y la leona fue hacia el centro de la ciudad. Los buscaron por todos lados, pero nadie los encontró.
Después de un mes, y para sorpresa de todos, el león que había huido a la
selva, regresó. Volvió flaco, famélico y con fiebre. Fue reconducido a la jaula.

Pasaron ocho meses más y nadie se acordaba ya de la leona que había ido
hacia el centro de la ciudad... hasta que un día fue capturada y llevada
de nuevo al zoo. Estaba gorda, sana, desbordante de salud...
Al ponerlos juntos, el macho, que había huido a la selva, preguntó a su pareja:
- ¿Cómo has podido estar en la ciudad tanto tiempo y regresar tan saludable? Yo, que fui a la selva, tuve que regresar porque no encontraba comida. La leona le explicó:
- Me armé de coraje y fui a esconderme a un organismo público. Cada día me
comía a un funcionario y nadie advertía su ausencia.
-¿Y por qué regresaste?, ¿se acabaron los funcionarios?, preguntó el macho.
- Nada de eso. Los funcionarios públicos nunca se acaban, pero cometí un
error gravísimo. Ya me había comido a un director general, a dos subsecretarios, a cinco adjuntos, a tres coordinadores, a diez asesores, a doce jefes de sección, a quince jefes de división, a cincuenta secretarias, a docenas de funcionarios, y nadie los dio por desaparecidos. Pero el día en que en mala hora se me ocurió comerme al que servía el café...

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